Su aventura comienza en la meseta de Shira, a 3.500 metros sobre el nivel del mar, en Tanzania. Aquí podrá sumergirse en la belleza salvaje de la naturaleza. Bájese del coche, cálcese los zapatos y déjese envolver por los sonidos, olores y colores que le rodean.
Siguiendo diversos senderos y acompañado por un guía experimentado, podrá admirar el majestuoso pico del Kilimanjaro, llamado Kibo, y sus glaciares septentrionales, cuando las condiciones meteorológicas lo permitan. Desde aquí, también podrá disfrutar de las vistas de las vastas llanuras del Parque Nacional Amboseli de Kenia y del profundo desfiladero del río Simba, que contrastan con la imponente mole de la montaña más alta del mundo.
Al llegar al borde norte del cráter del Shira, tendrá la oportunidad de hacer breves paradas en varios miradores, desde los que podrá admirar los conos volcánicos que salpican el paisaje. Por el camino, tendrá la oportunidad de disfrutar de un almuerzo campestre a cielo abierto, tomándose su tiempo y caminando al ritmo que más le convenga.
Es importante tener en cuenta que esta excursión es de dificultad moderada y no requiere una forma física de atleta. Sin embargo, a esta altitud de 3.500 metros, el aire es más fino, por lo que es aconsejable tomárselo con calma, empaparse de la belleza de las vistas vírgenes y disfrutar de la majestuosidad del Kilimanjaro.
Tras unas cuatro horas de caminata, o antes si se siente cansado, puede dar por terminada su aventura.